lunes, 11 de julio de 2016

#AhoraLaLuz

Una familia del barrio de Moratalaz, asesorada por la asociación APOYO, ha intentado solicitar la ayuda para hacer frente al pago de la factura eléctrica correspondiente a los meses de marzo y abril, por valor de 233,48 euros.
Se ha pedido en la confianza de que las palabras de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, eran ciertas, cuando afirmaba el 9 de diciembre de 2015 que “el objetivo de este convenio es que las personas en situación de vulnerabilidad puedan evitar la suspensión de suministro de electricidad y gas natural como consecuencia del impago de las facturas” o destacaba que “gracias a la implicación y compromiso de este Gobierno, junto a la disposición y colaboración de las empresas, en Madrid estamos combatiendo la pobreza energética”.
Hemos ejercidopor tanto nuestro derecho a solicitar una ayuda destinada a apoyar a los hogares madrileños a hacer frente al pago de sus suministros energéticos” (Art. 1 BOCAM 26, 1 de febrero de 2016. Normas reguladoras y desarrollo del procedimiento de concesión directa de las ayudas individuales para el pago de la factura de suministro eléctrico y/o de gas).
Sin embargo, cuando vamos a ejercer nuestro derecho de solicitud, nos encontramos que todo es HUMO, postureo ante la pobreza, que no palia ningún dolor.
La respuesta verbal de los servicios sociales de la Junta de Moratalaz quienes deben emitir un informe que justifique la situación de vulnerabilidad, respuesta formulada verbalmente, es que esta situación no es sobrevenida. En definitiva, que estos pobres, son pobres de hace tiempo y por tanto, parece que ya están acostumbrados a pasar frío, a no tener luz, a sufrir las consecuencias de la “pobreza energética” y, como víctimas de la pobreza, no tienen derecho a solicitar esta ayuda.
A partir de esta realidad, nos preguntamos:
Una familia, que según la definición de Caritas Española, es víctima de pobreza crónica, ya que tiene unos ingresos inferiores al 40% de la media nacional durante más de cinco años de forma continua, ¿no está en situación de vulnerabilidad?
Si estas ayudas, según este criterio, solo son para situaciones de pobreza sobrevenida, ¿piensa la Comunidad de Madrid que tan mal van a ir las cosas en la región como para destinar 2 millones de euros al pago de factura de la luz de “nuevos pobres”?

Una nueva constatación que los pobres y su pobreza energética no importan a los Servicios Sociales ni a los políticos que los regulan.