(Fotos de Javi Baeza @14kilometros)
El proyecto europeo se encuentra en crisis y esta afecta sus cimientos. Desde esta crisis institucional, la UE debe abordar la cuestión de las personas refugiadas. La crisis del euro, la imposición de políticas de austeridad, el Brexit y la crisis del mediterráneo no hacen más que indicarnos que es necesario otro modelo europeo. Que otra Europa se hace necesaria.
El proyecto europeo se encuentra en crisis y esta afecta sus cimientos. Desde esta crisis institucional, la UE debe abordar la cuestión de las personas refugiadas. La crisis del euro, la imposición de políticas de austeridad, el Brexit y la crisis del mediterráneo no hacen más que indicarnos que es necesario otro modelo europeo. Que otra Europa se hace necesaria.

Frente
a esta exigencia de solidaridad, la Unión Europea se fortifica, intensificando
sus políticas represivas hacia las personas migrantes, violando los derechos
humanos y sus obligaciones internacionales, en un mundo que ha alcanzado ya la
cifra de 65 millones de personas sometidas a desplazamiento forzado.
Por
cada valla, cada muro, una mafia abusa y se lucra con lo poco que les queda a
los que llegan a nuestras fronteras. El año 2016 ha sido el más mortífero en el
mediterráneo con más de 5.000 vidas perdidas, víctimas de unas políticas
migratorias que nos acercan cada vez más a la barbarie.


Somos
los pueblos europeos los que decimos NO,
A ESTA EUROPA FORTALEZA.

Por
ello le decimos a los gobiernos de la Europa Fortaleza:
· Vías legales y seguras: corredores y visados
humanitarios, reasentamiento y acceso diplomático al asilo en terceros países.
· Suspensión de la firma y aplicación de
acuerdos de control fronterizo, retorno y readmisión con países que no respetan
los Derechos Humanos.
· Solidaridad entre los estados europeos para la
acogida de las personas refugiadas.
· Para ello es necesario que se agilice con
carácter urgente la reubicación cumpliendo con los compromisos adoptados.
· Sustitución de Frontex por una misión de
rescate en el mediterráneo y la desmilitarización de nuestras fronteras.
· Políticas de acogida que garanticen la
dignidad e integración de las personas migrantes.
· Derogación del Reglamento Dublín.
· Un papel activo a los gobiernos europeos en la
resolución de conflictos de forma pacífica así como la prohibición del comercio
de armas a países en los que se violan los Derechos Humanos.
· Poner fin a los discursos, medidas y actitudes
denigrantes, racistas y xenófobas contra las personas refugiadas y migradas.
¡En qué
tiempos vivimos en los que tenemos que salir a las calles a reivindicar lo
obvio!
ACABEMOS CON
ESTA EUROPA FORTALEZA QUE NOS AVERGÜENZA