Ayer, poco antes de las seis de la tarde, los diputados del congreso votaron
las medidas urgentes para el sostenimiento de la sanidad pública... cito de memoria
al nombre del Real Decreto.
La mayoría absoluta del PP aprobó el Decreto que no encontró ningún
otro apoyo.
Seguí el debate, como dijo uno de los diputados, debate complicado por la
hora, el tiempo que llevaban debatiendo y el formato que para daba lugar al
contraste de ideas.
Me quedo con una de ellas:
Es un Decreto que plantea el ahorro por la exclusión de personas del
sistema sanitario; arriesgado camino, hoy hemos tenido que excluir a los
inmigrantes sin papeles, a las mayores de 26 sin trabajo, a las personas a las
que se les ha agotado la prestación por desempleo.... Cuando tengamos que
seguir ahorrando a quien expulsaremos del sistema. A enfermos terminales que no
van a recuperar la salud, a los causantes de accidentes de tráfico por su
irresponsabilidad. Se que son ejemplos descabellados, pero hasta el mes de
abril también era descabellado excluir a nadie del sistema universal de salud
de este país y hoy es una realidad.
Y con una pena... según palabras del señor Olabarría, este decreto dinamita
el sistema sanitario que se implantó es este país en los años 80; un sistema universal. Y como varios
intervinientes dijeron... en un par de horas lo han liquidado. Sin pena ni
gloria, sin que la noticia abriera ningún informativo... se habla de recorte y
con las cifras y las primas de riesgo se nos oculta lo más importante... a
partir de que este decreto entre en vigor, ya no será la sanidad un derecho
para todo aquel que sea ciudadano en España.
Más pena aun me producen las palabras de la Ministra, cuando dijo que nadie
se iba a quedar sin sanidad, que su ética no lo iba a permitir... pasamos de
tener un DERECHO RECONOCIDO a depender de la ética de una persona de la cual
solo tenemos referencias por los medios de comunicación.
No me convence nada que la atención sanitaria de las personas con las que
vivo, con aquellos que comparto mi tiempo y mi vida dependa de la ética y el bien
hacer de una persona y deje de hacerlo de las leyes de un país.