recuerdos de la fiesta

Los niños del Gallinero tenemos un plan, un plan muy parecido al del resto de niños que viven en la tierra, pues independientemente de donde durmamos cada noche somos niños, y como niños nuestro plan es ser bombero, médica o astronauta, conductor de formula 1 o maestra… no queremos ser policías pues les hemos visto maltratar a nuestros padres, incluso insultarnos a nosotros, por eso policías no, tampoco conductores de grúa, pues destruyen nuestras casas y la casa de todos, que era nuestra iglesia.

Las niñas del Gallinero, queremos, como todas las niñas del mundo, aprender a sumar los números y sumar nuestros sueños a otros sueños, pues ya sabemos que el único plan valido es el que suma los sueños de todos los que habitamos esta ciudad.
Queremos aprender el secreto de las palabras, queremos aprender donde nace el agua que llena el mar, y para eso necesitamos una escuela pública, de calidad como lo ha sido siempre y gratuita, enteramente gratuita porque ya os habréis dado cuenta: somos pobres y no tenemos dinero ni para las clases extraescolares ni uniformes ni excursiones...
Queremos ir al cole, queremos tener profesores y no cuidadores, y comer en un comedor y no un bocadillo cada día, porque tenemos derecho a la educación.
Queremos una escuela pública y accesible a la que poder llegar andando todos los días, sin depender de un autobús, queremos una escuela infantil donde puedan ir nuestros hermanos pequeños así nuestras hermanas mayores también podrán ir al cole, y una escuela donde poder seguir estudiando una vez cumplidos los 16 sin pagar altas matriculas… tampoco para eso tenemos dinero.
Los niños del Gallinero, tenemos nuestro plan y nuestro plan incluye a nuestra familia, queremos disfrutar de los abrazos de nuestros padres, de sus besos y sus consejos, y para ello necesitamos que tengan muy buena salud… ¿de qué sirve que nosotros tengamos derecho a la sanidad pública, universal y gratuita si nuestros padres no pueden curarse ni un catarro?.
Necesitamos tener un hospital público, donde todos podamos ir sin necesidad de tener papeles, donde los mejores médicos nos atiendan como lo hacían hasta ahora… No queremos ir a una empresa privada a curarnos, recordar que somos pobres y nunca seremos negocio para ninguna empresa, y sobre todo no queremos que nuestra salud sea negocio para nadie.
Los niños del Gallinero queremos tener una casa, sabemos que es complicado, que hay gente que pierde sus casas, que cada vez somos más los niños sin casa… No nos gusta vivir en una chabola, pero es nuestra casa, y hasta que no podamos vivir en una casa con habitaciones, agua corriente y luz… seguiremos viviendo aquí… pero no seáis ingenuos, vivimos aquí porque somos pobres y porque a ningún político importamos. Si a alguien importáramos de verdad en el ayuntamiento o la comunidad no seguiríamos aquí.
Los niños y niñas del Gallinero tenemos un plan y como veis no es un plan que acaba en nuestro poblado, ni en nuestra ciudad, ni en nuestro país… es un plan para todos los niños y niñas del mundo y pasa por tener casa, colegio, medico… somos el presente y un presente que nos ignore nunca será digno. Un presente que no cuente con nuestras manos, nuestros sueños y nuestros juegos nunca será futuro.
Nuestro plan es nuestra vida y no aceptaremos ningún plan que no respete nuestros derechos, que no nos de voz ni a nosotros ni a nuestras familias, que no tengan en cuenta el camino andado, el lugar donde estamos y a donde pretendemos llegar.
No nos alegraremos por ningún programa que no nos permita seguir viviendo con nuestra familia, estudiar en nuestros colegios, jugar con nuestros amigos… No dejaremos de luchar por nuestros deseos, no aceptaremos sumisamente ningún programa que nos ofrezca soluciones fracasadas. No sonreiremos, no nos alegraremos por soluciones que no solucionan nada.
Nuestro plan es nuestro futuro y nuestro presente, nuestro plan nos hará ciudadanos de esta ciudad, de todas las ciudades, nuestro plan destruirá a la pobreza porque nace de la pobreza, de las ganas de destruirla… Cambiaremos el mundo… somos niños y niñas y en nuestras manos está la vida.