Esta mañana hemos participado en la concentración REFUGIADOS SIN REFUGIO, acompañando a algunos de estos refugiados a los que el gobierno español deshumaniza comparándoles con defectos de fabricación, con goteras que inundan cada una de las habitaciones de esta Europa.
No se como andarán los tejados de la casa común, que este gobierno reserva a sus amigos, pero metáforas como esta si son indicios de que los cimientos andan resquebrajados.
Manifiesto de la concentración.
¿Quién sabe qué estrella se apagó la noche que evitamos la
mirada de la hermana que huía de la guerra?
¿Quién sabe qué hilo se rompió el primer día que cerramos la
puerta a quien no tenía dónde dormir?
¿Quién sabe qué ruiseñor enmudeció al escribir una ley sin
justicia?
¿Qué quebró el día que cerramos el refugio al refugiado?
Pero ahora deja, deja que busque la senda que me une con el
otro, deja reconstruir el camino.
Deja que exija que se cumpla la ley universal de la
fraternidad, escrita antes de levantar cualquier valla.
Deja que mis impuestos sean casa, mi ciudad cama para el que
descansa de las bombas.
Deja que mis caricias transformen su pesadilla, deja mis
oídos para un sueño.
Deja que mi corazón siga sin entender de candados, deja mi
puerta abierta, deja tranquila a la tierra con tus fronteras de odio.
Deja mis manos junto a sus manos hacer presente los
derechos, deja refugio para el refugiado.